El OBJETIVO era crear una Sala de Lectura y un Departamento de Preservación sobre el nivel del suelo mientras se almacenaban 3,5 millones de libros por debajo del nivel del suelo en un ambiente controlado por temperatura y humedad y recuperados mediante un Sistema Automatizado de Almacenamiento y Recuperación (ASRS). En un esfuerzo por infringir lo menos posible el espacio abierto, hacer de la Sala de Lectura y del Departamento de Preservación el espacio más agradable para estar y en línea con nuestro enfoque de desafiar las convenciones habituales, optamos por poner los libros debajo del nivel del suelo, donde su entorno se puede controlar mejor para lograr la temperatura y humedad constantes deseadas de 60 grados y 30 % de humedad relativa, a menor costo. Los espacios orientados a las personas podrían así ubicarse a nivel en una mínima cúpula de vidrio elíptica, que se adapta al contexto, porque desafía las relaciones convencionales. El edificio ha sido acogido por el liderazgo de la Universidad porque representa la misión de la Universidad de Chicago como catalizador para el avance del conocimiento. Es interesante que esto sucedió en una Institución donde no se imparten las disciplinas de Arquitectura e Ingeniería, pero prevalece el espíritu de ir más allá de donde otros se detienen. La ciencia, la física, el arte liberal y aplicado comienzan cuando otros creen que están completos.