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2014 MCHAP

Casa para el poema del ángulo recto

Smiljan Radic

Vilches, Chile

12 de septiembre

AUTOR PRINCIPAL

Smiljan Radic

AUTOR CONTRIBUYENTE

Marcela Correa (Escultora)

CLIENTE

marcela correa

FOTÓGRAFO

Gonzalo Puga

OBJETIVO

El modelo de cedro de la Casa para el Poema del Ángulo Recto se exhibió por primera vez en 2010 en la exposición 'Global Ends' en la Galería Ma de Tokio. Su entorno debe mucho a esta imagen y también a nuestra instalación en Venecia, 'El niño escondido en un pez': un exterior opaco de hormigón armado; un interior de cedro tranquilo y fragante.

CONTEXTO

En la imagen C.3, que se encuentra en la sección sobre la carne de 'El poema del ángulo recto' de Le Corbusier, el espectador ocupa el cuerpo de un hombre tendido en un interior ambiguo. Parece estar contemplando un paisaje interior donde una mujer mira hacia una abertura que revela una nube pasajera. Podemos ver los pies del hombre y un menhir, que probablemente sea su pene erecto. Esta zona está cubierta por una mano colocada en forma de cúpula sobre toda la litografía, lo que aumenta la sensación de interior o caverna.

ACTUACIÓN

Esta casa es el último refugio que hemos construido. Su estructura es una bóveda regular de hormigón armado de 12 cm de espesor y una luz de hasta 15 m, apoyada en los muros perimetrales. La bóveda está cortada de forma irregular en todo su perímetro, quedando en su interior un patio abierto. Este volumen ciego se enfrenta a un paisaje montañoso privilegiado, incrustado en un bosque de robles y rodeado por un jardín artificial que contiene 300 piedras de basalto. Su recinto demuestra que sus habitantes conocen el entorno —como la familiaridad de un granjero, un vagabundo o un monje— “de forma natural”. Había una gran cabaña de madera con seis dormitorios, cuatro baños, sala, comedor y servicios. El volumen fue el resultado de constantes ampliaciones en torno a una pobre y humilde estructura de madera construida hace 50 años. Queríamos volver al principio y devolver la calma perdida a la tierra tras ser invadida por tanta madera. Eliminamos todo el material sobrante —cerca del 60% de la casa— dejando la austera estructura inicial desnuda, bajo los árboles. Lo pintamos de blanco y colocamos un revestimiento de policarbonato ondulado. Junto a él instalamos una torre de andamio que alimenta de energía a este fantasma transparente y la Casa del poema del ángulo recto, situada a 60 metros en el bosque.

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