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2014 MCHAP

Antonio Derka - Colegio Santo Domingo Savio

Carlos Pardo Botero

Medellín, Colombia

mar-08

AUTOR PRINCIPAL

Carlos Pardo Botero

AUTOR CONTRIBUYENTE

Juan Camilo Llano (Coordinador de diseño de arquitectura) Alejandro Ochoa (Diseñador de arquitectura) Carlos Andrés Holguín (Diseñador de arquitectura) Felipe Campuzano (Diseñador de arquitectura) AIA – Arquitectos e Ingenieros Asociados (Contratista) EDU – Empresa de Desarrollo Urbano (Ingeniero estructural)

CLIENTE

Alcaldía de Medellín

FOTÓGRAFO

Sergio Gómez Alfonso Posada Carlos Pardo Botero Felipe Walter Luis Adriano Ramírez

OBJETIVO

Respondiendo a las condiciones del contexto y siendo conscientes de que el barrio no contaba con espacios públicos representativos, decidimos utilizar el techo de la Escuela como mirador. Este 42.000 metros cuadrados. pies plaza se concibe como una superficie donde las personas pueden reunirse y compartir valores que les permitan cambiar la forma de relacionarse en comunidad y con la ciudad. Esta nueva geografía habitable es un lugar donde el paisaje se convierte en parte fundamental de la experiencia cotidiana de la comunidad. Para respetar los senderos existentes que conectan los barrios en dirección este-oeste, las personas acceden al Colegio a través de una calle-escalera que une también todos los niveles del edificio. Para facilitar la conexión norte-sur a través del nuevo edificio entre las escuelas existentes, el volumen principal está suspendido para permitir las circulaciones transversales y crear un encuentro y un patio de juegos común para todo el complejo. Estas indicaciones dadas por las personas junto con la geometría del lote, el edificio en forma de L genera un patio abierto al paisaje donde se desarrollan actividades cívicas, recreativas y deportivas dentro del Colegio. Para completar el programa público se decidió colocar un auditorio en un palco público sobre la plaza, este puede usarse para cualquier tipo de evento sin interferir con las actividades académicas. La idea del proyecto era dar un significado novedoso a la expresión de arquitectura espontánea del barrio, como terrazas, escaleras y balcones. El nuevo edificio declara un sentido de comunidad y pertenencia al lugar.

CONTEXTO

El edificio está ubicado en el barrio Santo Domingo Savio, en la vertiente noreste de Medellín. La falta de inversión pública y la débil presencia del gobierno en este territorio aumentaron durante años la desigualdad en una de las zonas más pobres y violentas de la ciudad. La Escuela surge del proyecto “Medellín, la más educada” que tuvo como objetivo mejorar la calidad de la educación básica en los barrios de menor cobertura. El alcalde Sergio Fajardo propuso remodelar 132 instituciones educativas y construir 10 nuevas escuelas creando al mismo tiempo nuevos espacios para el encuentro de las comunidades. El sitio para la escuela AD-SDS estaba ubicado entre dos escuelas existentes; el nuevo edificio debería vincularlos a ambos y integrarlos a la estructura urbana utilizando el concepto de “instalación abierta”. A través de la concepción de una intervención arquitectónica y urbana abierta la nueva Escuela debe convertirse en un centro de actividades culturales, recreativas y educativas; un referente urbano que promueve la integración de la sociedad. El lote tenía 140.000 m2. pies, una forma irregular y una pendiente del 35%. Estos factores hicieron que el proyecto fuera más complejo pero ofrecían una condición excepcional; El edificio podría funcionar como mirador natural para observar la ciudad y sus montañas. Además, había un desnivel de unos 3,5 metros entre la vía de acceso y el solar y el lote servía de conexión entre barrios, estaba atravesado por algunos caminos que unían la irregular estructura urbana; el proyecto tuvo que dialogar con estos signos. ​

ACTUACIÓN

Gracias a las múltiples intervenciones impulsadas en Santo Doming Savio, este barrio pudo superar muchos de los problemas que lo agobiaron durante décadas. La Escuela AD-SDS, junto con otros proyectos realizados para renovar esta zona, permitió la inclusión social de una comunidad olvidada. La gente de otros sectores de la ciudad también pudo visualizar los problemas que se estaban presentando en la ciudad. Reconocemos que la construcción de infraestructura, en este caso educativa, es la materialización física de proyectos más complejos que intentan recuperarse de problemas sociales heredados de largos períodos de violencia. La arquitectura por sí sola no puede resolver los problemas pero puede ayudar, la Escuela Santo Domingo es un primer intento de conciliar la relación entre la ciudad y sus habitantes, un proceso que debe consolidarse en el largo plazo. La Escuela tuvo un impacto significativo en la forma urbana alcanzando espacios públicos abiertos en una urbanización muy densa e irregular. Estos espacios dignifican a los grupos sociales otorgando a las personas elementos de identidad que los vinculan con la ciudad. La Escuela AD-SDS tiene hoy una gran responsabilidad: recibe miles de estudiantes por día divididos en dos trayectos. Para la mayoría de las personas que viven en sus alrededores es el único lugar donde escapar de la rutina diaria participando de las situaciones que suceden cada día en la plaza, en el patio o en el auditorio. El edificio hoy luce sobreutilizado, lo que es una muestra de que espacios similares deben existir y ser replicados en otros sectores de la ciudad.

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