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2014 MCHAP

Centro de Innovación UC - Anacieto Angelini

Elemental S.A.

Santiago, Chile

13-dic

AUTOR PRINCIPAL

Alejandro Aravena/Elemental

AUTOR CONTRIBUYENTE

Mario Álvarez / Sirve S.A. (Ingeniería estructural) Carlos Gana / ICG S.A. (Ingeniería eléctrica) Patricio Vega / Vivanco y Vega ltda. (Ingeniería fontanería) Waldo Bustamante / Bustamante y Encinas Asesorías en Sustentabilidad (Eficiencia energética) Gustavo Concha / A&P Ingeniería (Aire acondicionado)

CLIENTE

Marcelo Von Crismar

FOTÓGRAFO

Kim Courreges / Elemental Nina Vidic / Elemental Felipe Diaz Contardo Cristóbal Palma

OBJETIVO

El campus crea un ambiente de aprendizaje que es sensible a las necesidades de los niños y demuestra el potencial para el desarrollo comunitario dentro de una comunidad urbana deprimida. En la calle, las paredes blancas definen el enclave artístico y contrastan con el vecindario circundante. El campus está asegurado, pero no aislado. Se abren desviaciones en la envoltura exterior, invitando a los estudiantes a involucrarse en las complejidades de la ciudad. En el interior, el espacio del patio y los estudios tejen una textura de forma, luz y color para inspirar a cada estudiante. La torre de cerámica es un símbolo de las conexiones forjadas entre los estudiantes, la comunidad y el mundo. Concebidos como un agregado de formas entrelazadas, los espacios se interconectan alrededor de una red de plazas y patios. Tan importantes como los espacios específicos del programa (un teatro de caja negra con capacidad para 99 asientos, oficinas de profesores, estudios, aulas y salas de usos múltiples más grandes) son las formas en que estos espacios facilitan la conexión, el diálogo y la exploración. En su cara norte, la torre de cerámica da paso a un volumen interior de color naranja que invita a los estudiantes a explorar la luz y el color. Al otro lado del patio, una rampa de estacionamiento atraviesa una galería para exponer la vibrante cromaticidad del trabajo de los estudiantes. En el teatro, una gran claraboya se abre hacia el cielo occidental, dando la bienvenida al mundo natural a un diálogo con el escenario. Grandes puertas enrollables, particiones pivotantes, cortinas opacas y otras características simples crean flexibilidad programática y funcional para permitir múltiples usos en una variedad de escalas. La mayor amenaza para un centro de innovación es la obsolescencia; obsolescencia funcional y estilística. Así, además de la responsabilidad profesional de evitar un comportamiento medioambiental extremadamente deficiente, el rechazo de la fachada de cristal fue también la búsqueda de un diseño que pudiera resistir el paso del tiempo. Pensamos que la mejor manera de luchar contra la obsolescencia era pensar el edificio como si fuera una infraestructura más que una arquitectura. Una forma clara, directa e incluso estricta es, al final, la forma más flexible de permitir el cambio y la renovación continuos. Una geometría bastante estricta y una fuerte materialidad monolítica es como pensamos reemplazar la tendencia por la atemporalidad.

CONTEXTO

Este edificio debía responder a la expectativa del cliente de tener un centro de innovación con un “aspecto contemporáneo”. Esta búsqueda acrítica de la contemporaneidad ha poblado Santiago de torres de vidrio que debido a la condición climática desértica del lugar tienen un grave efecto invernadero en sus interiores. Por eso, en este tipo de torres se gasta una gran cantidad de energía en aire acondicionado. La manera de evitar ganancias de calor no deseadas no es ninguna ciencia espacial; basta con situar la masa del edificio en el perímetro, disponer de cristales empotrados para evitar la radiación solar directa y permitir la ventilación cruzada. De esta forma se pasa de 120 kw/m2/año (el consumo de una torre de cristal típica en nuestro país) a 45kWh/m2/año. Así que invertimos la típica planta con un núcleo opaco y un borde exterior transparente y propusimos tener toda la masa en el perímetro con un núcleo permeable abierto. Una fachada tan opaca no sólo era energéticamente eficiente, sino que también ayudaba a atenuar la luz extremadamente intensa que normalmente obliga a proteger los espacios de trabajo interiores con cortinas y persianas, transformando de hecho la teórica transparencia inicial en un fiasco. En ese sentido la respuesta al contexto no fue más que el uso riguroso del sentido común.

ACTUACIÓN

La creación de conocimiento requiere interacción cara a cara entre las personas y poder presenciar en qué están trabajando otros. En los edificios convencionales, los lugares de reunión tienden a estar sólo en la planta baja y, al subir a cada nivel, la gente normalmente se pierde lo que sucede en los otros pisos. Así, multiplicamos los espacios de reunión en toda la altura del edificio utilizando las ventanas empotradas de triple altura como cuadrados elevados. Al introducir un atrio permeable en el centro del volumen, también aprovechamos la oportunidad de utilizar la circulación vertical como una oportunidad para aprender lo que sucede en el interior.

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