La estructura intelectual de este proyecto coincide con la estructura de soporte. En la arquitectura de este proyecto coinciden las intenciones que sustentan la obra, la red final que eventualmente utilizará el sujeto y la estructura o esqueleto del edificio. Todo lo contrario: una arquitectura contenedora, de supuesto interior flexible que oculta la estructura en el perímetro. Esto no tiene nada que ver con el esqueleto porque no estaría ocupado como esqueleto sino como vacío. El esqueleto que hemos analizado no construye espacios vacíos. La mezcla de estos tres órdenes o formas de entender el esqueleto proponen un patrón de crecimiento y variación del proyecto que amplían su estatus. Lo hacen más como una forma vital y palpitante que como una forma estable. En el interior de los decorados la imagen del esqueleto parece cruda cuando las cerchas quedan expuestas, ya no están fundidas con la piel sino directamente con la estructura. Las líneas de fuerza pierden un poco de vigor debido a su hinchazón y la percepción de un sombrero se hace más evidente. Incluso la imagen industrial. El proyecto fusiona el espacio público con las actividades interiores porque la estructura evita terminar (detenerse) en el hinchamiento. El esqueleto de este proyecto es una estructura real.